El pez de San Pedro es un pescado blanco semigraso de carne firme, delicada y muy sabrosa.
En la actualidad es un pescado muy apreciado gastronómicamente y se ha convertido en uno de los grandes de nuestra cocina.
Es un pez de cuerpo alto y comprimido, que tiene una cabeza muy grande y que carece de escamas excepto en la línea lateral. Presenta espinas al lado del abdomen y la aleta dorsal tiene radios muy largos. De color dorado o gris verdoso, con una mancha negra en el centro del cuerpo a ambos lados.
Su carne es similar a la del rodaballo y el lenguado, muy fina, delicada, aromática y agradable al paladar. Una de las recetas que mejor acepta es al horno.
Si es un ejemplar grande, se come a filetes o cocinado como el rodaballo y la lubina. Si es pequeño, mejor frito o empanado. También es excelente para hacer sopas, fumets y arroces.
El San Pedro es un pescado bajo en grasas y colesterol, como otros pescados blancos o semigrasos, Alto contenido de vitaminas (B6 y B9) y minerales (fósforo, potasio, magnesio y yodo), que contribuyen al mantenimiento de los huesos, al sistema inmunitario al tono muscular.